1. Consulta preoperatoria: Antes de la cirugía, tendrás una consulta con tu cirujano. Durante esta consulta, tu cirujano discutirá tus objetivos y expectativas, evaluará tu salud general, y te explicará en detalle lo que puedes esperar antes, durante y después de la cirugía.

2. Día de la cirugía: El día de la cirugía, serás llevado a un quirófano donde te administrarán anestesia general o local con sedación para asegurarse de que no sientas dolor durante el procedimiento.

3. Inicio del procedimiento: Una vez que la anestesia ha hecho efecto, el cirujano hará incisiones dentro de tu nariz o en la base de tu nariz entre tus fosas nasales. Esto dependerá de lo que se acordó durante la consulta preoperatoria.

4. Reshaping: A través de estas incisiones, el cirujano puede entonces acceder a los huesos y al cartílago que forman la estructura de tu nariz. Dependiendo de lo que se discutió antes de la cirugía, el cirujano puede eliminar, agregar o remodelar este tejido para lograr la forma deseada.

5. Cierre de las incisiones: Una vez que el cirujano ha terminado de moldear tu nariz, cerrará las incisiones. Es posible que te pongan una férula en la nariz para ayudar a mantener su nueva forma mientras cicatriza.

6. Recuperación: Despertarás en una sala de recuperación, donde el personal médico te monitoreará para asegurarse de que estás bien. Es posible que te den instrucciones sobre cómo cuidar tu nariz mientras se cura, incluyendo medicamentos para el dolor y la inflamación.

7. Seguimiento postoperatorio: Tendrás citas de seguimiento con tu cirujano para que él o ella pueda monitorear tu progreso y asegurarse de que estás curando correctamente.

PROCEDIMIENTO:  El procedimiento generalmente dura entre una y dos horas, aunque el tiempo puede variar dependiendo de la complejidad de la cirugía. La cirugía se realiza bajo anestesia general o local con sedación, por lo que no sentirás dolor durante el procedimiento.

Dependiendo del paciente los exámenes que son parte del protocolo de Clínica lo Arcaya son:

Historia médica y examen físico: Nuestros cirujanos revisarán el historial médico del paciente, para identificar cualquier condición que pueda afectar la cirugía o la recuperación. Esto podría incluir enfermedades crónicas como la diabetes, condiciones del corazón, o problemas de coagulación de la sangre. Durante el examen físico, el cirujano puede examinar la estructura interna y externa de la nariz y otras características faciales.

Examen de sangre: Se pueden solicitar análisis de sangre para evaluar la salud general del paciente y verificar la capacidad de coagulación de la sangre y uso de anestesia.

Radiografías: Dependiendo de la estructura de la nariz y de los objetivos de la cirugía, se pueden solicitar pruebas de imagen. Éstas ayudarán al cirujano a tener una imagen más clara de la estructura nasal y planificar la cirugía.

En algunos casos en pacientes con alguna patología cardíaca o pulmonar se podrán necesitar algunos exámenes extra.

Es importante tener en cuenta que la recuperación puede tomar tiempo. Inmediatamente después de la cirugía, es probable que la nariz esté inflamada y puedas tener moretones alrededor de los ojos. Estos síntomas normalmente mejoran después de unas pocas semanas.

Tu médico te proporcionará medicamentos para el dolor para ayudarte a manejar cualquier incomodidad después de la cirugía. Es importante seguir todas las instrucciones postoperatorias, incluyendo el uso de medicamentos para el dolor, para ayudar a minimizar el malestar y promover una recuperación rápida y sin complicaciones.

Como con cualquier procedimiento quirúrgico, es importante discutir tus expectativas y cualquier preocupación que tengas con tu cirujano antes de tomar la decisión de proceder con la rinoplastia.